Julia Fuertes acaba de divorciarse de Pedro, marido infiel y machista, y desentendido padre de sus hijos. Tras el reparto de bienes, Julia se traslada con su prole a su nuevo hogar y negocio. Pero lo que encuentra, lejos de ser un prometedor complejo, es una absoluta ruina que Pedro utilizaba para blanquear dinero: un minimarket sin existencias, un bar cochambroso, un taller mecánico abandonado y un hotel habitado por los mismísimos empleados, una pandilla acostumbrada a no hacer nada. En su intento por tomar el mando, Julia desaloja el hotel, ante las reacciones del personal, que no está dispuesto a abandonar sus privilegios adquiridos y ceder ante la nueva jefa. Pero Julia, además de inexperta en negocios, es una mujer de gran corazón, y, finalmente, readmite a sus “ocupas”. A Julia sólo le queda contar con el apoyo de sus peculiares hijos, porque está realmente desesperada.

A Pedro la presencia de Alma le pone los pelos de punta, al considerarla una mala influencia para su ex mujer y sus hijos. De hecho, ya ha empezado a temblar al comprobar que Julia, lejos de rendirse, se propone levantar el ruinoso Complejo.

Julia está desmoralizada y agobiada. Sus empleados, lejos de echarle una mano para poner a flote tan ruinoso negocio, se amotinan y piden una redistribución de las habitaciones. Sus hijos también se suman al motín exigiendo una habitación individual para cada uno, y Alma, que parecía cargada de buenas intenciones, no está en disposición de llevar ninguna a cabo; las resaca tras sus salidas nocturnas la está matando.

Unas prostitutas van a parar por casualidad al hotel de Julia. Los empleados ven una forma de ganar unas propinas facilitando a las chicas la discreción que necesitan para ofrecer sus servicios en las habitaciones del hotel. Julia no sabe nada e interpreta el aumento del negocio como un bendito capricho del destino. Pero, Pedro es mucho peor pensado e indagando llega a averiguar lo que sucede. Mientras tanto, Luis y Carmen salen a buscar una vivienda, pero la misión es imposible debido a los astronómicos precios y a la caradura de los caseros.

Paloma, la hija de Alma, hace un análisis financiero del caótico complejo y llega a la conclusión de que lo mejor será hacer una evaluación del personal para realizar algún despido. Por otra parte, se evidencia la incompatibilidad de caracteres entre Paloma y Alma, que mantienen una relación distante que Julia tratará de suavizar.

Genaro y Agustín, con la excusa de tener un centro de reuniones para la gente de la Tercera Edad, montan un bingo clandestino en el bar. Clandestino y fraudulento, porque haciendo trampas, se intentan forrar a expensas de sus colegas jubilados. Y todo sin que se entere nadie en el complejo.

Pedro acompañado de Patricia, su abogada y novia, recoge a Isma y Eva para que pasen el día con él, Pero, Pedro, fiel a su costumbre, tiene que solucionar unos problemas de trabajo y deja a los niños con Patricia. Carmen descubre que Luís ha hecho un test de una revista en el que confiesa que finge los orgasmos. Carmen pide ayuda a sus amigas y le dan consejos para que compruebe si eso es cierto.

Luis sufre un accidente sin importancia y Genaro lo aprovecha para extorsionar a Julia y sacar tajada de una inventada parálisis del camarero. Desoyendo a Ramiro y después de un examen médico fraudulento, Julia pica el anzuelo y se muestra dispuesta a pagar una fuerte suma como indemnización.

Julia tiene un retraso en su menstruación y Pedro está convencido de que Julia está embarazada y ve una nueva oportunidad para que vuelva con él apoyado por Doña Leonor. Luis decide estudiar informática para presentarse a una entrevista de trabajo.

Los empleados del complejo no están dispuestos a trabajar unos para otros y le proponen a Julia contratar una asistenta. El problema es que no hay dinero para ello, así que Julia propone que el sueldo de este nuevo empleado salga de lo que descuente al resto de empleados de sus sueldos. Esta idea no convence a nadie del grupo y Genaro propone que se tenga cada semana a una chica en pruebas sin sueldo y, al cabo de los siete días, se la despida. Pero el verdadero problema no será el sueldo sino que la mujer elegida por Ramiro para el puesto podría tratarse de una sanguinaria asesina. Mientras tanto, Doña Leonor iniciará una particular cruzada para recuperar un collar de perlas que luce Julia y que, según ella, le pertenece porque era de su hermana y ésta se lo dejó en herencia.

La zona en la que está el complejo está sufriendo una ola de robos. Carmen es la primera víctima y es atracada en el mini-market. Genaro y Pavel se ofrecen como guardas jurados para acabar con la inseguridad, con la esperanza de sacar un dinero. Pero Julia se niega, asegurando que no tiene dinero para pagarles. A partir de ese momento, Genaro y Pavel urdirán una estratagema para convencer a Julia de lo necesarios que son sus servicios. Una estratagema en la que Luis se llevará la peor parte.

Harta ya de su caradura, Julia decide dar un ultimátum a Javier: si no salda su cuenta en 24 horas, se tendrá que ir del complejo. Como medida de presión, Julia se queda con sus pertenencias, y con el último ejemplar de la novela de Javier. Inesperadamente, Julia se engancha al libro. El problema se agrava cuando Javier se lo quita y le hace creer que es ella quien lo ha perdido. Esta circunstancia lleva a ambos a un acercamiento.

La llegada de Raúl, un antiguo novio de Julia, alterará la cotidianeidad de la dueña del Hotel. La poca claridad en las intenciones de Raúl, devuelven el nerviosismo a Julia que se enfrenta, por primera vez desde su separación, con una nueva relación con un hombre. Los problemas comenzarán ante la noticia de que Raúl es bisexual. Tiene un novio en Australia pero sus dudas le hacen mantener esperanzas con Julia, su gran amor de juventud. Ésta, animada por Alma, decide intentar retomar su relación con Raúl. Pedro quiere que Eva sea escogida para jugar con la selección de baloncesto de la Comunidad. Pavel, campeón del mismo deporte en su país natal, le da algunos consejos que despiertan la rivalidad del padre.

A Julia por fin le han dado el dinero del crédito. Y la primera medida que adopta es la de reformar el local. Pero cuando todo parece ir por buen cauce, el dinero desaparece. Y claro, cualquiera en este ruinoso negocio puede ser sospechoso. Al fin el dinero aparece, pero vuelve a desaparecer como por arte de magia. Magia de Isma, que se lo ha dado sin querer a una pobre anciana a la que quería ayudar con un poco de comida después de su desahucio. La misma mujer a la que Agustín y Genaro han dejado pasar la noche en su habitación. Al final, el dinero se recupera, merced a la buena voluntad de la anciana. Sin embargo, las alegrías en este negocio duran poco: Julia descubre que la persona que hay detrás del constructor que le va a hacer la obra no es otro que... ¡Pedro! Nadie dijo nunca que una reforma no tuviera sus riesgos.

Julia y Alma, rememorando sus tiempos de adolescentes gamberras, roban unas gafas en una tienda. El problema llega cuando son pilladas in fraganti por un guardia de seguridad. El producto sustraído sobrepasa el precio que marca la ley para que un simple robo se convierta en un delito con posible pena de cárcel. Luis sufre el primer gatillazo de su carrera sexual. La obsesión ante el fracaso en la única actividad en la que ha destacado en su vida le lleva al borde del colapso. Agustín y Genaro se emplean a fondo para intentar ayudarle. Javier se hace pasar por el padre de Eva para ligarse a una mujer. Eva le saca todo el partido posible a su nuevo papá.

Julia amenaza a Pedro con tomar medidas importantes si sigue pasando de sus hijos, a los que lleva tres fines de semana dejando colgados. Por su parte, al probarse la ropa de verano, Julia y Carmen comprueban que han echado unos quilitos. Alma, debido a su antigua condición de modelo, intenta darles algunos consejos que pueden resultar efectivos, pero no muy saludables. Ramiro amenaza a Yago y Genaro con abrirles un expediente al sorprenderlos en una actitud pasiva en el taller y ellos deciden vengarse de él.

Para desesperación de Julia, Pedro planea retrasar todo lo que pueda la reforma del complejo. No parece que las obras vayan a empezar nunca. Por otro lado, aparece Raúl recién salido del hospital tras el infarto e intenta retomar su relación con Julia. Y, por si aún no había suficientes hombres en la vida de esta mujer, Marco, el novio de Raúl, se presenta sin avisar en el complejo para conocerla. A Paloma tampoco le van bien las cosas; para una vez que trae una amiga a casa, resulta que esta prefiere la compañía de Alma en vez de la suya.

Javier ve desnudo a Luis y siente una atracción obsesiva hacia él. Julia y Raúl salen a cenar con Patricia y Pedro; Pedro se comporta como el macho dominante de la manada hasta comprobar que el papel ya está atribuido: Raúl. Agustín quiere renovar su carné de conducir, que se le había caducado. Con la colaboración de Alma y un particular y revolucionario método lo conseguirá.

Julia descubre a los hombres jugando al póker en una timba que han organizado en el bar. A Julia no le hace ninguna gracia que jueguen allí. Pedro la pica y acaban haciendo una apuesta. Por otro lado, Yago recibe la inesperada visita de su hermana pequeña que ha mentido a sus padres diciéndoles que se iba de acampada. Sólo es cuestión de tiempo que sus padres la localicen, con quienes Yago perdió el contacto hace años.

El interés de Alma y Paloma por Yago provocará disputas entre madre e hija. Doña Leonor se queja de las pocas atenciones de Pedro hacia ella. Pedro se entera de que su madre va a cambiar el testamento y teme que lo deje fuera de él. Raúl y Luis se quedan encerrados en una caseta de la obra. Raúl sufre un ataque de angustia que Luis intentará controlar como pueda.

Julia descubre, por casualidad, que Pedro mantiene un “nidito de amor” en la zona derruida del complejo y que le es infiel a Patricia. Julia duda si contarle o no a Patricia lo que ha visto. A Toño le ha quitado sus zapatillas deportivas un niño de clase. Luis intenta hablar con el padre del niño pero lo único que consigue es llevarse una paliza. Alma comunica a Yago que va a venir un amigo suyo, productor musical, y hay que hacer todo lo posible para que le oiga cantar.

Ha llegado una de las fechas del año más odiadas para Julia: su cumpleaños. Raúl, ayudado por Alma, pretende conseguir que este año sea diferente. Julia interpreta de forma errónea el sospechoso comportamiento de Alma y llega a pensar que ésta se ha liado con Raúl y acabará discutiendo fuertemente con su amiga. Los hijos de Julia, a quienes también han ocultado el plan de la fiesta, creerán que Genaro y Agustín son en realidad dos vampiros.

Unos multimillonarios árabes se interesan por la compra de los terrenos del complejo. Marco, el novio de Raúl, se presenta en el complejo desde Australia para luchar por su relación. Genaro descubre unos análisis que Agustín ha recibido por error en los que se especifica que apenas le quedan cuatro semanas de vida.

Pedro finge un episodio de amnesia con el fin de atraer a Julia y convencerla para que le venda el complejo para el que ya tiene compradores. Raúl se siente postergado y comienza a pensar que no ha sido tan buena decisión renunciar a Marco y a Australia.

Carmen y Luis quieren que Toño vaya a un colegio especializado en informática y necesitan dinero para pagar las tasas de admisión con la esperanza de que el chaval tenga un futuro. Mientras, la plantilla ha retado a unos camareros portugueses del vecindario a un partido de fútbol; hay una apuesta de 500 euros por medio.

Aunque pronto descubre que estuvo en casa de Pedro. Su ex agrava su preocupación cuando le dice que fue a su casa y lo arrastró a la cama. Para colmo, Pedro hace que Raúl se entere del escarceo. Por otro lado, Toño vuelve del hospital con sus padres. Le han dado el alta, pero debe guardar absoluto reposo y evitar sobresaltos, pues el coágulo que tiene en la cabeza podría evolucionar a peor si no se cuida.

Paloma se entera, a través de Pedro, de quién es su padre. Alma va a hablar con el padre de Paloma para que conozca a su hija, pero éste se niega. Alma hará pasar a otro hombre por el padre. Paloma lo descubre y decide abandonar a Alma para conocer a Jorge, su padre. Pavel está lesionado y no puede cocinar. Ante los problemas económicos de Julia, ésta acepta colocar, en la fachada del hotel, un cartel publicitario de un amigo de Javier.

Pedro está a punto de conseguir un contrato millonario con el arzobispado. El único obstáculo que le separa de su fin, es el empeño del sacerdote, con el que ha negociado, en conocer a su familia. Agustín y Genaro se enfrentarán fuertemente a causa de una mujer, una atractiva y vital compañera del karaoke, la italiana Nicoletta.

Julia está entusiasmada por las estupendas notas finales de Eva. Decide pedir una beca al Ministerio de Educación para la que creía que su hija no iba a tener nota media suficiente. El problema es que Eva ha falsificado sus notas. Genaro y Agustín siguen disputando por el amor de Nicoletta. Su enfrentamiento se agrava cuando ella les plantea su imposibilidad para elegir entre el amor de uno u otro y les propone continuar como trío.

Julia se embarca en un negocio nuevo: Las galletas típicas de Chesquechechin que hace Pavel. El único inconveniente es que llevan un perejil checo que hay que conseguir para poder cumplir con el encargo de una empresa galletera: dos mil galletas en dos días.

Carmen sigue alejada de Luis. Necesita concederse un tiempo para pensar en ella y en su relación. Pavel está muy nervioso porque Úrsula, su mujer está a punto de llegar a España para hacerle una visita. Todos alucinan bastante cuando la conocen.

Quieren ayudarla a cumplir sus deseos. Pero, una vez que han leído la lista, descubren que sólo hay una de las cosas en la que pueden ayudarla: pasar una noche de amor desenfrenado con un cubano. Luis y Carmen no llegan a reconciliarse definitivamente, para acabar de complicar su situación, los dos intentan dar celos a la otra persona, un peligroso juego que terminará por involucrar a Luis en un combate de boxeo contra Javier.

Dirigidos por Julia, esconden un “tesoro” en el jardín y ponen todos los medios para que Isma lo encuentre. Horacio, el hijo de Genaro, escribe con su intención de venir a ver a su padre. A Genaro se le viene el mundo encima: por carta había mentido a su hijo haciéndole creer que era el director del hotel.

Nicoletta, Genaro y Agustín continúan con su historia de amor secreta. Deciden contar a la plantilla que son un trío y que Nicoletta vivirá a partir de ese momento con ellos en el Hotel. Eva tiene problemas propios de su edad. El chico que a ella le gusta pasa de ella… No se siente a gusto con su cuerpo… Todo ello la llevará a tener problemas de alimentación.

Los empleados del hotel encuentran una manera de ganar algo de dinero para sus vacaciones: una línea de teléfono erótica. Por otro lado Agustín y Genaro quieren ganar, cada uno con sus respectivos equipos, un torneo de petanca. La rivalidad entre los dos ancianos les llevará a apostarse el amor de Nicoleta.

Cuando Luis cree que Carmen va a volver junto a él arrepentida, su mujer le pide la separación. Una mujer deja a Javier un curioso paquete en la puerta del hotel: es una niña que se llama Paula y que parece ser hija de Javier. Yago recibe una inesperada visita: Lena, la chica que le robó, quiere que se vaya con ella a Jamaica.

Luis es secuestrado por unos mafiosos rusos que pretenden que la empresa de teléfono erótico que se ha montado en el hotel trabaje para ellos. También para conseguir dinero, Toño se dedica, junto con Richard y Eva, a jugar a las máquinas tragaperras del barrio. Genaro y Agustín descubren a Nicoletta robando de sus billeteras.

Genaro y Agustín se proponen aprovechar las ofertas estivales y por ello intentan irse de crucero por las islas griegas, toda una ganga. Sin embargo, descubren que el viaje tiene un componente especial: hay que ser gay para embarcarse en el crucero. Julia está hecha un lío: cuando Raúl le prepara una velada romántica, no se decide porque cree que le gusta Javier.

Alma se ha quedado embarazada de Yago. Duda si decírselo o no. Una equívoca conversación entre Paloma y Yago le hará desistir de darle la noticia. Julia y Alma consiguen con la ayuda de Paloma los documentos que prueban que Pedro está a punto de cometer una estafa mayúscula a un grupo de humildes cooperativistas.

Agustín, Nicoletta y Genaro siguen viviendo su "amor a tres". Pero Nicoletta sufre un fuerte dolor que le recuerda su enfermedad. Luis y Carmen no saben qué hacer para sacar a Toño del Centro de Menores. No tienen dinero para contratar un buen abogado y la permanencia de Toño en ese centro puede acabar convirtiéndole en un delincuente.

Nicoletta está ingresada en un hospital recuperándose de su crisis cardiaca. Aunque parece que lo ha superado, les dice a Genaro y Agustín que tiene un deseo antes de morir, le gustaría casarse con los dos. Julia tendrá que tomar una decisión muy difícil, está arruinada y su única salvación pasa por vender el complejo.

Todo el mundo está manos a la obra, con poca pericia, por supuesto. Mientras, la paternidad del embarazo de Alma provoca entre más de uno dolores de cabeza, aunque ella insiste que el padre es Ramiro, para regocijo del gerente, que de esta manera ve la puerta abierta para huir del acoso de Doña Leonor. Y no menos dudas tiene Luis cuando Carmen le pide que se haga la vasectomía. Y por último, cuando parece que Nicoletta ha engañado a Genaro y Agustín, éstos descubren que su hijo es quien les ha engañado a ellos y pretende llevarse a Nicoletta a Italia contra su voluntad.

Dos atracadores, que acaban de robar un banco y hacerse con un botín de más de trescientos mil euros, se refugian en el Hotel huyendo de la policía. Pero las cosas se complican. Uno de los ladrones es una mujer en avanzado estado de gestación y las casualidades de la vida, en alianza con la siempre sorpresiva naturaleza, hace que rompa aguas allí mismo. Pedro, sus tres hijos y su madre aguardan con impaciencia el desenlace rodeados de periodistas y policías.

Julia recibe nuevas amenazas anónimas, y lo pone en conocimiento de la policía cuando recibe un pañuelo suyo ensangrentado. Por su parte, Agustín sufre una descarga eléctrica en la ducha y desarrolla una memoria prodigiosa que le permitirá participar en un concurso de televisión.

Los hombres y las mujeres preparan por separado las respectivas despedidas de soltero: Genaro decide montar una capea y ellas optan por llamar a unos boys, pero ninguna de las fiestas saldrá bien. La niña, después de que Paloma llamara para contratar a tres samberos, llama a la empresa organizadora y cambia el "pedido": quieren tres payasos para el cumpleaños de una niña de cinco.

Alma, decidida a abortar, se encontrará con la oposición de Yago, que ilusionado con la idea de ser padre intenta convencerla de que se está equivocando y que también debería tener en cuenta su opinión. Mientras tanto, Javier consigue hacerse con el diario de Julia y lo utiliza para intentar recuperar su relación con ella, haciéndose pasar por su alma gemela y conseguir conquistarla para siempre.

Tras la incineración de Nicoletta, Agustín es incapaz de recordar la última voluntad que ella le confío, pero la fallecida, que conocía bien a sus amigos, ha dejado su último deseo escrito en un papel: quiere que sus cenizas sean arrojadas al viento desde la pasarela de la corrala. El chulo de Lena le exige a Yago el pago del dinero que ella le debe. El joven se enfrentará al mafioso hasta que éste descubre su punto débil: Alma.

Julia destituye a Ramiro como gerente del hotel por un abuso de autoridad con los empleados. Luis será la persona elegida por Julia para ocupar el cargo. Lo que en un principio es alegría para Luis y los habitantes del hotel se convierte en una pesadilla. Julia se interpondrá en un negocio que Pedro piensa iniciar con un constructor japonés.

Pedro ya no sabe qué hacer para sabotear las obras del complejo. Parece que, al final, Julia va a poder inaugurar en la fecha prevista. En el último momento, se le ocurre una estratagema: esconder una vasija romana en las obras para que sea encontrada por los obreros. Como Pedro había planeado, este hallazgo paraliza las obras. Sin embargo, cuando el perito del Patrimonio Artístico Nacional examina la zona, encuentra más obras de arte, esta vez verdaderas, y declara el complejo 'yacimiento arqueológico'. Julia se desespera, pero es tranquilizada por el arqueólogo ya que va a recibir un importante porcentaje del valor de lo encontrado.

Félix trae una gran noticia: tiene los datos del inspector que vendrá al complejo para otorgarles la categoría hotelera. Julia manifiesta a sus empleados su deseo de que todo funcione a la perfección: el número de estrellas es lo más importante para un hotel y ellos van a conseguir el mayor número posible. Sin embargo, la plantilla es de otra opinión: si el hotel recibe una buena calificación, se llenará de clientes y el trabajo será imposible. Confabulan para que el inspector se lleve una mala impresión. Pero no terminan ahí las complicaciones. Los habitantes del complejo se dedican a llamar a un consultorio psicológico radiofónico y sus casos son tan descabellados que el locutor-psicólogo se presenta en el hotel para conocer en persona a esa banda de descerebrados.

Julia, debido a las amenazas, se ve obligada a irse a casa de Pedro con sus hijos. Las cosas allí no irán del todo bien. Julia descubrirá las verdaderas intenciones de su ex: recuperar el complejo. Para Yago tampoco la vida es un camino de rosas; su única salida para librarse de los traficantes será colaborar con la policía en el arresto. Para ello deberá llevar micros ocultos e intentar que no le descubran mientras les sonsaca sus planes. Todo parece ir bien... hasta que interviene Agustín y los delincuentes los atrapan a los dos.

Quieren volver a sentir el deseo de antaño para poder decir que han superado su crisis matrimonial definitivamente. Para ello no dudarán en ponerse en contacto con Eduardo, su terapeuta, a pesar de que éste se haya marchado de vacaciones. Todo lo que hagan será poco para recuperar el morbis perdido. Una amiga de doña Leonor que dirige una agencia publicitaria se fija en Ramiro para protagonizar una campaña titulada “El hombre y su oficio” Diferentes hombres, fotografiados en sus trabajos serán la imagen de los meses del año en un calendario. Ramiro, henchido de vanidad, acepta la oferta sin leer la letra pequeña del contrato, en la que se especifica claramente cómo habrá de ser fotografiado. Julia recibe una carta de Raúl en la que le comunica que ha secuestrado a sus hijos. Amenaza con hacerles daño si no se presenta en un lugar determinado junto a Marco.

Marco tiene a Julia amordazada en su coche. Llega Raúl, pero Marco le amenaza con la pistola. En un descuido, Raúl desarma a Marco y desata a Julia. Pero Marco desaparece. Raúl y Julia presentan la denuncia por la agresión y a Raúl le retiran los cargos por amenazas que hay contra él. Eduardo, el psicólogo, va a disculparse con Carmen y Luis por su mal comportamiento en el camping y les invita a ellos y a su familia a la piscina de su casa. Genaro, Agustín, Yago, Pavel y Javier se apuntarán como su familia, engañando a Ramiro para escaquearse del trabajo. Su llegada a la piscina disturbará la tranquilidad de los bañistas, que se quejarán al socorrista para que los echen.

Llegó el día de la inauguración del Hotel Paraíso. Y Julia es la mujer más feliz del mundo. Lástima, porque lo que no sabe, es que nadie va a asistir a esa inauguración. Por eso Raúl y algunos miembros de la plantilla se conjuran para que parezca que la inauguración es un éxito. Cómo lo hacen: muy fácil, llevarán la inauguración que unos militares hacen de un nuevo campo de tiro a su complejo. Y para hacerlo ejecutarán unas maniobras casi militares. Qué pena que unos pacifistas se manifiesten en la puerta y estén a punto de descubrir su plan... Pero hasta para eso encuentran una inesperada solución...

Los empleados del hotel deciden grabar un anuncio del complejo. El director del spot decide complicarse la vida cuando cambia los puestos de la plantilla para que el complejo tenga mejor imagen en pantalla: Pavel será el mecánico cachas, Genaro el gerente del hotel y Yago el moderno camarero. Esto saca de sus casillas a Carmen, puesto que ella es a la que más ilusión le hacía salir en el anuncio. La directora de hotel será interpretada por una actriz de grandes humos que perderá algo más que el conocimiento. Eva, al ver que se madre no saldrá en el anuncio por culpa de la actriz, decide que tal vez dicha actriz deba sufrir un pequeño accidente que la impida estar lista para el rodaje. El problema es que ese pequeño accidente se les va de las manos a los chicos y necesitarán la ayuda de Agustín y Genaro para salir del embrollo.

Pedro trata la venta de su negocio con Villaescusa, un mafioso hispano-ruso. El mafioso está dispuesto a comprar y arreglar las cuentas con la justicia que tiene Pedro pero también sabe que Pedro necesita firma de Dº Leonor. Dikembe Masaya, el africano que llegó en el episodio anterior, se encuentra que le han dado la habitación de Genaro y pide que se la cambien en la recepción. Dice que es un importante abogado keniata y que quiere hablar con Don Pedro pero allí nadie le deja meter baza. Dikembe acaba durmiendo en un sofá y emborrachado por Yago... Hasta que Julia al descubrir quién es acude en su ayuda y les hace una sorprendente revelación, viene a comunicarles la muerte de Dª Leonor y trae consigo un nuevo testamento.

El complejo es el lugar elegido para celebrar la convención de Space foxianos, por lo que miles de frikies, seguidores de la serie de televisión se dan cita en el hotel. Las cinco protagonistas de la serie interplanetaria, las "Space foxies", serán las invitadas estelares, poniendo la guinda a la convención con su número musical. Sin embargo, un percance que sufrirán dos de sus integrantes, dará a Julia y Carmen la oportunidad de ser artistas por un día. Por otra parte, el testamento de doña Leonor, leído por el notario africano, Dikembe, trae muchas sorpresas a los habitantes del complejo: la empresa constructora anhelada por Pedro para su posterior venta al mafioso Rostopovcih, vuela antes sus ojos. La retorcida Leonor se la ha legado a Patricia, con la intención de endosarle las millonarias deudas a la abogada. Pedro tratará de que la empresa vuelva a sus manos de la manera más cruel posible: pidiendo en matrimonio a Patricia.

Pedro se va a casar con Patricia para solucionar la venta del negocio a Horacio Villaescusa. Parte de la plantilla del hotel se muestra recelosa por la rapidez de la boda de la pareja. El motivo de la compra del regalo provocará alguna discusión entre los trabajadores. Pedro propone a Ramiro que sea su padrino y a Julia su madrina de bodas. Ramiro acepta encantado pero Julia se niega. Los problemas surgirán cuando Isma y Eva se declaren en huelga de hambre para evitar la boda, y Julia no tenga claro si ser o no la madrina.

Félix vuelve a aparecer por el complejo con una esperanzadora noticia: Hotel Paraíso puede entrar a formar parte del circuito turístico de un gran tour operador. Pero para conseguirlo, el establecimiento debe demostrar la habilidad del personal en un peculiar concurso. Contra nuestros "héroes" compite el gran hotel Winchinston y al frente de éste, un viejo conocido de Ramiro, Jacobo, un ser despreciable y traidor que traerá no pocos quebraderos de cabeza al mordaz gerente. ¿Quién conseguirá el suculento premio? Además, Julia tiene otros asuntos en la cabeza, como por ejemplo, el traslado definitivo de Raúl al complejo. Richard, abducido por el espíritu de su mezquino padre, tratará de poner las cosas difíciles al pluscuamperfecto novio de su madre. Por último, el matrimonio de Carmen y Luis no acaba de arreglarse: Cuando la felicidad y la pasión habían invadido de nuevo sus vidas, Carmen cambia, está tristona, irritable, callada... y Luis empieza a sospechar que algo no anda bien.

Julia recibe la mala noticia de que las joyas y la vasija que encontraron en al complejo no tienen valor histórico alguno, pero a Richard se le ocurre que tal vez puedan vender la vasija en Internet, ya que es el resto de una película de romanos. Un hombre que ha leído la noticia en el periódico digital de Félix llega preguntando por la vasija, él y su mejor amiga de la infancia enterraron esa vasija, pero Richard le echa de malas maneras porque no tiene dinero para comprarla. La compradora aparece y Julia le entiende mientras ella habla emocionada del pasado y de un amigo con el que jugaba de niña. Cual será la sorpresa de todos cuando los dos amigos se reencuentran. Esto dará a Julia la idea para su novela.

La policía informa de que ha aparecido muerto Marco con evidentes signos de sufrir una muerte violenta. El personal del Complejo es el principal sospechoso así que les van a interrogar al día siguiente. Descubriremos como Julia y los demás ocupantes del complejo revivirán encuentros que mantuvieron con Marco, con una conclusión común: todo el mundo le quería muerto. Al final la policía parece haber dado con el culpable. Se acabó esta pesadilla... ¿o no?

Juanma, el hermano de Julia llega al hotel. Después de varios años desaparecido luchando junto al movimiento antiglobalización, vuelve dispuesto a estudiar. Tras él llegará Ruth, su novia, con la que acaba de romper la relación. Julia, acogerá a los dos en el hotel de forma provisional.

El hotel saca a concurso los servicios de lavandería, sastrería y zapatería. Por un lado estará la oferta de un empresario que ha sobornado a Ramiro y, por el otro, la oferta de un convento de monjas que, económicamente, es más ventajosa. Pero esta no es la única novedad en el hotel. Ruth va a ser nombrada nueva relaciones públicas del establecimiento.

El Metralla hace buenas migas con Pavel y juntos se hacen confidencias mientras Eva habla con sus hijos, Jimmy y Janis. Eva se entera del verdadero motivo de aparcar la autocaravana al lado del hotel: Metralla se alojó con su banda de rock el día de su concierto de despedida. Metralla y sus colegas quedaron en encontrarse 25 años después para demostrarse que nada ha cambiado. Carmen, Clarita y Luis piensan que Metralla es un caradura que ha hecho una compra en el Minimarket y que no va a pagarla. Julia comenta que no hay que ser tan mal pensados pero que la próxima vez que vuelva al minimarket no le fíe. El Metralla termina camelándose a Carmen y llevándose un zumo sin pagar.

Los problemas parecen no terminar nunca en el Hotel Paraíso. Richard quiere ser alguien en la dirección del establecimiento. Pero no da una a derechas. Además tiene dificultades para matricularse en la Universidad. Y su abuela lo dejó bien claro: para quedarse con el hotel debía estudiar una carrera. Richard recibirá la ayuda de un "viejo amigo" de su padre. Mientras, Juanma y Ruth siguen a la gresca. Juanma ahora se empeña en decir que la boda con Ruth no tuvo validez. Fue poco menos que una fiesta de amiguetes. Además, en cuanto tiene ocasión, la humilla sin importarle que haya gente delante.

Eva se prepara para ir a un concierto de El Canto del Loco, su primer concierto. Pero Julia cree que es muy pequeña para ir a conciertos y le dice que no puede ir. Mientras Toño gana en la radio dos entradas para el concierto, Eva lo intentará todo para hacerse con las entradas, pero al final acepta ir con Toño con tal de poder ir. Sólo queda un problema, ¿Cómo van? Hay un tren, pero no tienen dinero para pagarlo. Eva lía a Raúl para que les de dinero y, de paso, permiso para ir al concierto. Julia se enfadará más de lo normal cuando se entere de todo.

Pavel llega impaciente a mirar el correo. Hace tiempo que no tiene noticias de sus hijas que se han mudado y no encuentra el modo de localizarlas. En el correo solo tiene una carta que le invita apadrinar a una niña brasileña. Pavel conmovido por su situación se decide por la adopción. A su vez Genaro está interesado en apadrinar a un cerdo ibérico para comérselo en navidades. Genaro se ofrecerá a ayudar a Pavel con su apadrinamiento para, como siempre, sacar provecho de la situación. Por otro lado esta situación creará dudas en Carmen y Luis sobre si seguir adelante con al adopción.

Ramiro, nuestro adusto gerente, se muestra humano en este capítulo. Debido a un par de errores cometidos (pelotea a Raúl en el capítulo anterior), Ramiro entra en barrena. Una crisis existencial hace presa en sus débiles carnes y siente el irresistible impulso de ser libre y vivir la vida a tope. Para ello, decide dimitir y convertirse en un motero aventurero y algo salvaje. Además, resuelve con determinación consumar su sueño: ser streaker. Pero correr en paños menores por un campo de fútbol no da la felicidad.

Ruth decide dejar el hotel ante la incompatibilidad en la convivencia con Juanma. Julia intentará evitarlo hasta que la situación es tan insostenible que tras una bronca con su hermano, éste decide dejar también el hotel. Juanma y Ruth se encontrarán con sus mochilas dispuestos a irse... Una pequeña tregua motivada por algunos recuerdos de sus buenos momentos de relación, les convencerá para intentarlo de nuevo.

Laura y Nacho (el piloto y la azafata que tienen un lío) planean pasar el fin de semana en el hotel. Laura ha puesto como excusa a su marido que se quedaba a cuidar a su hermana que ha caído enferma y Nacho se justifica con un vuelo de última hora. Josefina (la mujer de Nacho) le dice que estará liada con la celebración de una convención de pilotos y azafatas. Pero la desgracia hace que Josefina elija el mismo hotel que su marido para la celebración del congreso así que el enredo está servido.

Uno de los clientes americanos que hay alojados en el hotel, resulta ser un directivo de Chrysler, y se queda de piedra al ver que Genaro arregla los coches de oído, hasta tal punto que le ofrece el oro y el moro por irse a trabajar a la central que está en los Estados Unidos. Genaro acepta y esto provoca celos, envidia y miedos en Agustín, que por accidente provoca en Genaro una sordera temporal. Ahora el mecánico tendrá que arreglárselas para que el americano no note, en la prueba que va a hacerle, que está sordo.

Ramiro recibe un paquete a su nombre, extraviado durante veinte años. Ahí descubrirá recuerdos de su pasado más oscuro. Intentará deshacerse de la caja pero una confusión hará que su pasado acabe en manos de Julia. Ésta descubre recortes de periódico que acusan a Ramiro de haber robado en un hotel en el que trabajó Julia le despedirá del hotel pero el contenido de una carta hará que todo se aclare.

El amor un día u otro, hace presa en todos los seres humanos. Y en los pequeños, también: a Isma le ha tocado la vez. El niño está inapetente, taciturno, suspira y anhela a su amada. El problema está en descubrir quién es. La voluntariosa Ruth pone manos a la obra. Pero no todo el mundo en el complejo es tan sensible como ella. Desde Genaro a Clarita, pasando por Tomás y el patoso de Richard, remueven los tiernos sentimientos del niño sin resultados muy halagüeños. Harto de todo y de todos, Isma, finalmente, descubrirá que el amor es un sentimiento agridulce.

Raúl convence a Julia para que no dejen el hotel. Pero a Richard, esta nueva ingerencia del compañero sentimental de su madre en sus planes empresariales no le sienta nada bien y pide una reunión urgente que con el mafioso Villaescusa. Para incrementar las ventas, Clara idea meter anillos en sus pescados a modo de sorpresa. El problema es que uno de esos anillos ha ido a caer en manos de Pavel, quien creerá que ese anillo es el del Rey Wenceslao, que lo arrojó a un río cuando fue hecho prisionero por el Ejército austríaco diciendo que, quien lo encontrara, sería el nuevo rey de Chesquechechin. Por otro lado, la idea de Carmen y Luis de adoptar un niño ya no encontrará la oposición de Toño gracias a la mediación de Ruth. Por otra parte, la futura relación entre Yago y Alicía se complica.

Juanma recibe un mensaje para convocarlo a una concentración en Salamanca contra la instalación de una papelera. Juanma prepara un discurso, pero no podrá asistir pues se ha comprometido a dar unas charlas didácticas en el colegio. Eva y Toño decidirán que ellos irán en su lugar para que sus palabras sean oídas. Eva y Toño se escapan para llegar a Salamanca pero su aventura terminará en un arcén de carretera donde se conocerán un poco más el uno al otro...

Los hombres se preparan para ver el partido del año, pero con la mala suerte que las mujeres quieren ver el final de un culebrón esa misma noche. Por ello, para saber quién se quedará con el comedor y la tele grande, y quién se verá desterrado al cuarto de Julia y la tele pequeña, deciden hacer una votación que, a falta de Pavel, está empatada. Todos harán trampas y jugarretas para lograr quedarse con el comedor y la tele grande, infringiendo lo que Juanma llama el espíritu democrático.

Águeda confiesa a Ruth y Julia su amor por Gloria. Gloria, por el contrario, quiere acostarse con Genaro, quien es elegido entre varios aspirantes de edad avanzada para protagonizar un anuncio televisivo sobre las posibilidades de mantener una sana y activa vida sexual en la tercera edad. Genaro, crecido por ello, no duda en sentir que Gloria es una conquista a su alcance. En la noche de autos, no obstante, es rechazado por ella y a la mañana siguiente descubre que su papel en el spot no le reconoce su supuesta gran capacidad amatoria sino, más bien, todo lo contrario.

Clarita y Pavel celebran su primera cita y sucumben a la pasión. Pero un inoportuno billete de cien euros caído sobre la mesilla de noche de Pavel desencadena la tormenta: Pavel se siente utilizado. Cree que Clarita le ha pagado por sus servicios. Vamos, que es un "Chequian Gigoló". Y Clarita, ofendidísima, piensa que Pavel se ha acostado con ella por dinero. La voz se corre, como era de esperar y el hotel se revoluciona. Los machos piensan que ya les gustaría a ellos que alguien quisiera pagarles por hacer el amor; las féminas, lideradas por Pepa, que si Pavel es un servicio público, que rule.

La llegada de una mesa de billar revoluciona el complejo: Por una parte, se convierte en el objeto de deseo de algunas personas, entre los que se encuentra Clarita, que quieren utilizarla para satisfacer sus más íntimas fantasías, y por otro, en el campo de batalla para una revancha histórica: Agustín contra Rubén. Por otro lado, Genaro presiona a Yago para que vaya a visitar a Alicia al hospital, pero éste está dispuesto a negar sus sentimientos hasta el final. Richard sigue teniendo tratos con el mafioso Villaescusa, que se ha ganado su confianza despidiendo a Raúl. El problema es que al delincuente se le está acabando la paciencia y no está dispuesto a seguir esperando a que Julia decida vender el complejo. Entre Julia y Raúl, las cosas siguen un poco tensas, principalmente por culpa de Richard, que manipula a su madre y le pone en contra del único hombre que le quiere sin esperar nada a cambio.

Juanma decide demostrar a su ex, Ruth, que es una persona sumamente responsable. Para ello, decide salir con su sobrino Isma al centro de la ciudad, dispuesto a comprar unas zapatillas deportivas al niño. Algo tan tonto se convierte en una dura experiencia para Juanma, que acaba perdiendo al niño y dando con sus huesos en la cárcel. Por suerte, Isma sabe salir del atolladero, pero Juanma necesitará de la colaboración de Ruth para salir ileso del calabozo. Por su parte, Yago, con la cabeza en las nubes a causa de sus sentimientos hacia Alicia, más profundos de lo que él mismo pensaba, descuida el trabajo. Desgraciadamente, se ha dado cuenta de que le quiere demasiado tarde

Villaescusa sigue adelante con su plan para quedarse con el complejo y deshacerse de Julia y los chicos. Richard, cegado por su odio a Raúl y confiando en el mafioso, seguirá ayudándolo. Por suerte, Raúl irá a ver a Villaescusa y le propondrá su ayuda para evitar que éste haga daño a la mujer de su vida. El delincuente accede sin saber que Raúl tiene preparada una guerra de guerrillas con el apoyo de Carmen, Luis y Ramiro . Por otra parte, Carmen y Luis viven con angustia la nueva amistad entre Toño y Rubén. Temen que su hijo se convierta en un delincuente influenciado. Para evitarlo, convencerán a Rubén para que trabaje para las monjas del convento. En principio, parece que las cosas van bien pero pronto saldrá a relucir el verdadero carácter del chico.

Pavel se ha enamorado de Clarita y confiesa que es la mujer de su vida. Pero, a pesar de su relación, no sabe si ella le corresponde totalmente. Él necesita saber que lo suyo va en serio y que tienen un noviazgo formal en toda regla. Los amigos le aconsejan que encuentre un momento romántico para declararse. El momento romántico viene servido en bandeja por la propia Clara: el baile anual de los trabajadores del supermercado, un baile de gala. A pesar de los problemas de Pavel y aunque ese baile oficial no se celebra, Clarita decide organizarlo para los dos. Pavel acaba metiendo la pata y para recuperarla se lanza a declarar su amor delante de todos. Raúl se sale con la suya y Richard, sabiéndose fuera del negocio, está enloquecido viendo cómo todos murmuran a su alrededor.

Como parte de un plan de Raúl y Villaescusa, a Julia le llega una oferta de una productora americana para irse a Estados Unidos y adaptar para la gran pantalla “El hombre Perfecto”. Serían seis meses en una casa de ensueño con un sueldo astronómico. Aún así, Julia duda si irse o no, aunque todo el mundo, sobre todo sus hijos pequeños, le animan para que se lance y vaya. Richard sospecha que todo estos responde a un plan trazado por Raúl y Villaescusa, pero es incapaz de hacer que nadie le tome en serio. Por otro lado Rubén le da a Carmen el dinero que le debía y esta piensa que se lo ha robado a las monjas. El chaval, ofendido, se marchará para vagar por la gran ciudad, donde conocerá a un misterioso el músico que acabará de huésped en el hotel por unos motivos nada nobles. Y entre tanto, Pavel sigue desaparecido.

Llega el día del viaje a Los Ángeles. Julia se despide de todos sus trabajadores sabiendo que a pesar de todo les echará de menos. Por otro lado, el vértigo a enfrentarse a una nueva aventura cuando parecía que su vida empezaba a encarrilarse con el Hotel y con Raúl la tiene un poco nerviosa.

Carmen, Luis y Toño dan por fin con Rubén, que hace de cantautor callejero en el parque. La policía le está buscando, así que deciden que el mejor lugar para esconderlo es en el hotel. Después de conseguir escapar en varias ocasiones, Rubén se cuela accidentalmente en la habitación de El Músico. El empleado de Villaescusa está ocupado preparando su golpe maestro: colocar en el sótano del complejo los explosivos suficientes para dañar la estructura. Sólo tiene que esperar la llamada del mafioso para pasar a la acción. Por fin suena el móvil, Vilalescusa ha cambiado de opinión, tiene acabar con todos.

Juanma cuenta a Ruth que ha tenido un sueño erótico con ella. Lo que en principio empieza como un juego va calentando a los dos, que desde la separación no comparten cama con nadie. Una serie de interrupciones y juegos con falsas verdades hará que su reencuentro sexual tarde en llevarse a cabo.

Alicia sigue buscando a Rubén en el complejo, aunque todos nieguen que esté allí metido. Mientras tanto, Rubén y Toño se han hecho amigos íntimos y pasan el día entero juntos. El problema es que todos están demasiado encantados con Rubén: creen que es majo, atento, trabajador... y Toño empieza a sentir celos de su nuevo amigo, hasta tal punto que le prepara una pequeña trampa para que meta la pata delante de sus padres.

Jacobo, después de conseguir todo lo que Alicia le pedía para contraer matrimonio, sólo espera de su novia que le dé el si definitivo. Pero Alicia no lo tiene claro y lo único que le da a Jacobo son largas. Mientras tanto, Agustín advierte a Luis que Alicia y Jacobo están buscando a Rubén para detenerlo. Inmediatamente Luis cuenta a Toño la situación y anima a su hijo a que ayude a Rubén a escapar de la policía ocultándole en el hotel.

Agustín reprocha al rácano de su amigo Genaro que nunca le haya regalado nada por su cumpleaños y se deprime al creer que no tiene prácticamente nada. Sin embargo, de repente ve como 600 euros son ingresados en su cuenta. Lo que no sabe es que el dinero ha sido transferido a su cuenta por un error bancario. En realidad, los 600 euros pertenecen a Genaro, que los había destinado a pagar su dentadura postiza. Pero al ver a Agustín tan contento decide sacrificar su buen yantar por la felicidad de su amigo.