La incipiente carrera de Carter en egiptología sufre un duro golpe cuando se descubre que una tumba que abre con gran fanfarria está vacía. Sin dejarse intimidar por sus ambiciones, Carter se separa de su socio, Thedore Davis, y reanuda su trabajo como artista arqueológico y espera desesperadamente encontrar un nuevo mecenas. Un encuentro con el inconformista Lord Carnarvon cambiará la vida de Carter para siempre. Carnarvon, que ha venido a Egipto para recuperarse de un horrible accidente automovilístico, se ha obsesionado con encontrar una tumba en buen estado y se une a Carter en la búsqueda del escurridizo lugar de entierro del niño rey Tutankamón.

La historia de la tumba de Tutankamón cautiva a los medios de comunicación de todo el mundo e impulsa a Carnarvon y Carter a convertirse en celebridades instantáneas en todo el mundo. El premio final que Howard Carter ha buscado durante toda su vida adulta produce más de lo que jamás podría imaginar: miles de artefactos de valor incalculable, finalmente coronados por el ataúd de oro macizo y la máscara mortuoria de Tutankamón. Sin embargo, Carter está incómodo con su nuevo estatus de celebridad y la ausencia de información histórica real lo frustra.

Belzoni no logra complacer a Pasha Ali de Egipto y su nueva carrera en 'mecánica del agua' fracasa. Está sin dinero y varado en El Cairo sin trabajo. Apenas 16 años después de la invasión de Napoleón, el entusiasmo de los europeos por todo lo egipcio está creciendo y existe una intensa rivalidad entre exploradores y coleccionistas; la rivalidad es particularmente intensa entre franceses y británicos.

La nueva ambición de Belzoni es ser el mayor coleccionista de la historia, pero al estilo de todos los buenos cuentos de capa y espada, tiene un rival. Drovetti, el tenaz coleccionista francés, está esperando frustrarlo a cada paso. Henry Salt le pide a Belzoni que regrese a Tebas y Filae para encontrar más artefactos para el Museo Británico. Sin embargo, Belzoni no se da cuenta de que Salt lo está utilizando para amueblar su propia colección y vender artefactos al mejor postor.

Esta es la historia de Jean-François Champollion, el brillante lingüista, genio y uno de los primeros verdaderos egiptólogos. El programa comienza en Egipto en 1798, cuando el país había estado prácticamente cerrado a los europeos durante siglos y su antigua cultura perdida y olvidada durante más de mil años. Napoleón tiene con él eruditos, incluidos anticuarios y lingüistas, cuyo trabajo es desentrañar los misterios del antiguo Egipto. Pero pudieron lograr poco más que pintar sus hermosos monumentos en ruinas y preguntarse qué significaba todo eso, porque los secretos de Egipto estaban encerrados en los extraños escritos antiguos, los jeroglíficos.

En el episodio final de Egipto, Jean-François Champollion ha desbloqueado los antiguos jeroglíficos egipcios pero, al hacerlo, enfrenta la oposición de la Iglesia y un desafío a sus propias creencias.