Marina Quiroga, soltera de oro y hermana del jefe de policía de la ciudad, sorprende inesperadamente en el puerto a un hombre acuchillando a una mujer. Esto supondrá en Marina el despertar de su instinto como detective y, con la ayuda de su fiel mayordomo Héctor, comenzará a investigar el asesinato.

Después de que el asesino amenace a Marina, Arturo pone vigilancia en casa de su madre para proteger a su hermana, y de paso, impedir que siga investigando. Pero Marina y Héctor consiguen escapar para acabar en el Belle Epoque, un teatro de variedades donde creen que puede ocultarse el asesino.

El asesino ha conseguido huir de la policía y Arturo se ve obligado a reconocer ante la ciudadanía que hay un asesino suelto. Mientras, Marina y Héctor descubren una nueva pista que los lleva a averiguar la identidad de las otras dos mujeres que están en peligro. En su búsqueda de las chicas acaban en el Barrio de las Mujeres, donde se enfrentan al asesino en un duelo final de altura.

Después de la detención del asesino, parece que Marina tiene que renunciar para siempre a sus sueños de ser policía, pero gracias a Castaño el caso se vuelve a reactivar. Los dos concluyen que el auténtico asesino sigue suelto y el policía le propone un plan para atraparle: hacer una fiesta de máscaras para clientes de La Casa del Agua.

Marina ha sido secuestrada por el asesino pero consigue escapar de él, aunque en su huida acaba malherida. Con ayuda de Pablo, Héctor descubre quién es el pintor del cuadro de La Casa del Agua y deciden buscarle para preguntarle por la identidad del asesino.

Ahora que saben dónde se esconde la próxima víctima, tienen que encontrarla antes de que lo haga el asesino, pero justo cuando Marina está empezando a ganarse su confianza el asesino enmascarado hace su aparición. Marina consigue salvar a Margó y le promete protección, pero pronto descubrirá que nadie es lo que parece y haría bien en no fiarse de la gente que tiene a su alrededor.

Marina ha descubierto la máscara del asesino en el coche de Pablo y se enfrenta a él. En el forcejeo acaban estrellándose contra un árbol. Dos días después se despierta con Pablo a su lado asegurándole que es inocente. Con la máscara en su poder averiguan que solo una persona podría haberla hecho: El Artesano. Pero el hombre vive en las islas Cíes y para llegar a él necesitan la ayuda de Castaño.

Después de descubrir que los asesinatos empezaron hace más de treinta años en Orense, Marina, Ramírez y Pablo van a buscar allí pistas para averiguar la identidad del asesino de la flor de Lis, sin sospechar que ha estado siempre mucho más cerca de ellos de lo que creían.