Despreciada por su madrastra y su hermana, Miyo se siente como una criada en su propia casa. Un día, su padre la informa de una decisión que pone patas arriba su futuro.

Miyo está decidida a ser útil, así que se levanta temprano y prepara el desayuno. Pero Kiyoka la acusa de intentar envenenarlo y se niega a probar bocado.

Mientras visita la ciudad con Miyo, Kiyoka se da cuenta de que la joven se comporta de forma muy diferente a las otras hijas de familias ricas que ha conocido.

Miyo va a la ciudad a comprar materiales para sorprender a Kiyoka con un regalo hecho a mano. Entretanto, Kiyoka decide visitar a los padres de la joven.

Kaya, consumida por los celos, trata de boicotear el compromiso entre Miyo y Kiyoka. Miyo sale de casa sin el amuleto de la suerte que le había dado Kiyoka.

Al despertar, Miyo es sometida a las crueles amenazas de su hermana y su madrastra. Kiyoka, acompañado de Koji, llega a la casa de los Saimori y exige ver a su prometida.

Miyo le pide a Kiyoka que la acompañe a ver las ruinas de la casa de los Saimori. Más tarde, reciben la visita de una sofisticada invitada.

Gracias a sus clases, Hazuki y Miyo se hacen cada vez más amigas. Kiyoka, preocupado, trata de averiguar la causa de las incesantes pesadillas de Miyo.

Miyo sigue esforzándose por ser una esposa abnegada, aunque está agotada debido a sus pesadillas. Arata Tsuruki va a su casa para hablar con ella mientras Kiyoka no está.

Arata revela su verdadera identidad y le presenta a Miyo a su abuelo, al que no conocía. Los dos afirman que pueden liberarla de sus pesadillas... con una condición.

Yoshiro Usuba le cuenta a Miyo cómo acabaron casados sus padres y por qué su madre tomó una decisión que cambió la vida de su única hija para siempre.

Todos creen que los poderes de Miyo son lo único que puede sacar a Kiyoka de su estado de inconsciencia. Pero antes de rescatarlo, ella debe afrontar su propio pasado.

Mientras está de compras, Miyo tiene una visión escalofriante cuando, de repente, aparece su futuro suegro y las invita a ella y a Kiyoka a su casa de campo.

Descontenta con el compromiso de su hijo, Fuyu ordena a Miyo que se encargue de las tareas domésticas. Mientras, Kiyoka descubre algo sorprendente en una casa abandonada.

Miyo intenta salvar a un aldeano usando la visión onírica y Kiyoka lucha contra un demonio. Arata comparte información sorprendente sobre el fundador de la Congregación Prodigiosa.

Al regresar a la capital, el grupo tiene un encuentro inquietante con Naoshi Usui. Kiyoka le asigna a Miyo un guardaespaldas: la elegante Kaoruko Jinnouchi.

Miyo escucha a unos soldados hablar mal de Kaoruko y defiende a su amiga. Más tarde, tiene una pesadilla inquietante. ¿Es solo un sueño o un visión del futuro?

Kiyoka se encuentra con Arata en la casa de vacaciones de la familia imperial. Usui sorprende a Miyo y sus guardias en el dojo, revelando que hay un traidor entre ellos.

Tras pasar una tierna Nochevieja, Miyo y Kiyoka hacen su primera visita al santuario juntos. Mientras, Takahito se entera de que hay una creciente agitación en las calles.

En una reunión sorpresa, Hazuki y sus invitadas comparten sus pensamientos sobre el amor. Las preocupaciones de Miyo aumentan tras enterarse de la inquietante visión de Takahito.

Mientras la unidad de Kiyoka investiga a un extraño demonio, la Congregación Prodigiosa hace un movimiento despiadado. Miyo tiene un sueño donde la espera un joven Usui.

Decidida a salvar a su prometido, Miyo se escabulle y se encuentra con un niño al que cree conocer. Más tarde, sueña con una trágica promesa del pasado.

Tras despertar del sueño, Miyo empieza a buscar ayuda para la misión de rescate. ¿Le bastarán esos poderes que empiezan a florecer para salvar a Kiyoka y detener a Usui?

Todos creen que los poderes de Miyo son lo único que puede sacar a Kiyoka de su estado de inconsciencia. Pero antes de rescatarlo, ella debe afrontar su propio pasado.