Baek Dong-ju, gerente de una funeraria, descubre que puede hablar con los difuntos al tocar los cuerpos.

Tae-hee acude a un entierro a petición de Dong-ju, y se echa a llorar, sin querer, al ver el retrato de la persona fallecida.

¿Qué haces en el armario? Recados Regalados tiene un grave problema por culpa de Dong-ju. Tae-hee no está seguro de si puede confiar en ella o si debe detenerla.

Tae-hee malinterpreta a Dong-joo después de presenciar algo inesperado en la funeraria. Mientras tanto, Dong-joo hace todo lo posible por cumplir la última voluntad de los difuntos.

Todo son problemas para Dong-joo al encontrarse con los clientes fallecidos. En medio de tanto ajetreo, Tae-hee se ha acercado a hablar con ella. Entre tanto, Tae-hee le da vueltas a lo que le ha dicho Dong-joo.

«Debes sentirte tan sola». Eso ha dicho Tae-hee al escuchar la historia de Dong-joo. Ambos comparten un secreto y van intimando más.

Aparece una chica ante Dong-joo y Tae-hee. Se llama Chung-ha y, por lo visto, comparte una larga historia con Tae-hee. Un momento… ¿Fue su primer amor?

Parece que no solo fue el primer amor. Tae-hee recuerda un suceso terrible ocurrido hace dos años cuando estaba con Chung-ha, y a Dong-joo se le pasan muchas cosas por la cabeza sobre los dos.

¿Por qué quiero compartirlo todo con Dong-joo? Tae-hee comparte vivencias muy íntimas con Dong-joo. Pero entre ellos, sigue habiendo algo sin resolver.

Tras la confesión de Dong-joo, Tae-hee, Chung-ha y Dong-joo se enfrentan a un nuevo capítulo en su relación. Entretanto, alguien nuevo llega a Recados Regalados. Esta vez, Dong-joo trabaja con sus nuevos clientes.

La relación entre los dos se materializa al llegar el otoño. Un momento, ¿quién ha fallecido? A Dong-joo le suena mucho el nombre de la hija de la difunta. Tiene que contarle algo a Tae-hee.

¿El niño era el hermano de Tae-hee? Dong-joo y Hae-an descubren quién era Joon-ho. Cada uno se enfrenta a un dilema diferente.

¿Qué haces tú aquí? ¿Seo Young-chul es tu hermano? Hae-an le cuenta a Tae-hee lo que pasó ese día. «Lo cierto es que ese día…».

Dong-joo está hecha un lío tras encontrarse con Young-chul en la sala de maquillaje. No sabe si contárselo a Tae-hee, pero al final, consigue encontrar una pista que la deje más tranquila.

Dong-joo tiene problemas con Hae-an. Tae-hee acude en su auxilio muy preocupado. Después de eso, todo cambia en el edificio de Recados Regalados.

¿Por qué un mal presentimiento nunca falla? Dong-joo, desesperada, va al encuentro de Dal-shik. «Por favor, papá, no te vayas». Las lágrimas de Dong-joo son incontrolables.