La vida meticulosamente ordenada de Kaye Newman se desmorona cuando su hermana Ruby (y el novio de Ruby, Michael) irrumpen en ella. Ruby ha liberado a Michael de un centro médico de alta seguridad y ambos están decididos a conseguir su libertad en la carrera ilegal organizada por el esquivo millonario de la tecnología Max Larssen. La carrera es la única vía para escapar de un mundo que vive en las garras de un virus mortal y el consiguiente toque de queda impuesto por el Estado. ¿Debería Kaye desafiar sus instintos y participar también? Para complicar aún más las cosas, Kaye y Michael tuvieron una relación hace cinco años, antes del virus y del toque de queda. Mientras, la familia Donahue (Simon, Jenny, Meg y Roman) se están preparando para la carrera con un sentimiento de inquietud. El mundo en el que están ya no es un mundo en el que vale la pena vivir… pero, además, hay una amenaza concreta de la que intentan escapar.

A medida que comienza la carrera, los Donahue comienzan a aceptar un importante contratiempo logístico y emocional. Guiados por Roman, esquivan con éxito los obstáculos iniciales, pero al hacerlo se dan cuenta de lo mortalmente peligrosa que va a ser la noche. Cuando la siguiente etapa de su plan se vuelve en su contra (literalmente), se topan con problemas y deben pedir ayuda a Kaye, Michael y Rubby para cruzar el Támesis. Kaye convence a Michael y a Ruby de que trabajar en equipo es su mejor opción.

Ahora que los corredores restantes has logrado cruzar el río, deben buscar la manera de salir de Londres por encima, debajo o a través de la enorme muralla que encierra y protege la ciudad. El General y su novia embarazada, Faith, planean escabullirse introduciendo su coche en la parte trasera de un camión. ¿Será capaz El General de controlar su temperamento y mantener la calma durante el tiempo suficiente? Mientras tanto, los Donahue y la ambulancia se abren camino a través de túneles subterráneos secretos. Jenny se vuelve cada vez más ansiosa, aumenta la química entre Kaye y Michael, y Ruby se encuentra al límite.

Jenny se encuentra con Joker Jones, Capitano y Cheese en la parte trasera de su autocaravana. Ha sido mordida por una criatura y está esperando lo inevitable, pero Joker Jones no liberará a Jenny hasta adentrarse en su psique. En los Donahue, todos echan de menos a Jenny y Roman confiesa a su hermana Meg que él es el verdadero motivo por el que tuvieron que correr. La distancia entre Kaye y Michael se palpa en la ambulancia, dada su oposición ante una pregunta clave: ¿debe Michael escapar a la isla o enfrentarse al hecho de que podría ser una cura para el virus?

Los Donahue luchan contra el remolque, conducido por Collins y su hija Hanmei, para ganar posiciones en un estrecho camino rural. De pronto, el remolque atropella una criatura y los Donahue chocan contra ellos. Los vehículos se encuentran averiados en mitad de ninguna parte y, tras superar las hostilidades iniciales, los dos equipos trabajan juntos para intentar poner en funcionamiento sus medios de transporte. Lou y Ruby deben dirigirse a una granja cercana para pedir algunas piezas de repuesto. Obtienen lo que estaban buscando, pero a un alto precio.

La ambulancia, Hot Hatch y los Donahue persiguen un impenetrable camión de la prisión de Brookeheath que contiene una importante carga. Se encuentran adentrándose en las profundidades de Manchester, un ciudad dirigida por policías corruptos. Sin embargo, Lou se siente confiada: Manchester es su ciudad y la conoce como la palma de su mano. Cuando los policías descubren la valía del cargamento y encuentran una manera de virar la situación en su propio beneficio, se inicia un juego del ratón y el gato. ¿Saldrá alguien ileso?

Cuando los competidores restantes se acercan a las Highlands escocesas, cerca del tramo final de la carrera, Kaye le confiesa a Michael que hay algo importante que no sabe sobre ella. Algo terrible, que hizo hace mucho tiempo… Su relato nos lleva al pasado, cinco años antes, cuando Kaye y Michael se conocieron en los ensayos clínicos de Helen, en las instalaciones médicas de Kiloran. Descubrimos cómo Kaye y Michael se enamoraron y cuál fue el origen del virus. Finalmente, Kaye revela el secreto que ha estado guardando todos estos años.

Una gasolinera desierta. Un corredor misterioso se detiene y da a conocer su identidad. Los equipos restantes también aparcan, reunidos de nuevo en la última parada antes de la meta. Sin embargo, es el final de una larga y dura noche, y al estar tan cerca del premio las tensiones y el mal humor están a flor de piel. Un pequeño acto de sabotaje se toma a la tremenda y, de repente, se desata el infierno. Los últimos rezagados emergen del caos. Ahora, lo único que se interpone entre ellos y la isla es un nacimiento, una pistola y un fregadero.