Yu está atrapado en medio de una pelea política entre Guren y Kureto Hiragi. Sin embargo, Yu está decidido a cuidar de su familia, nueva o vieja. Le asegura a Guren que está de su lado pase lo que pase, y se vuelve hacia él en busca de ayuda para salvar a Mika.

Para comenzar el entrenamiento de los Cursed Gears, el escuadrón Shinoa se mueve fuera de la pared para mantener el daño al mínimo en caso de que sus demonios los superen. Yu y Kimizuki deben superar su trauma para demostrar su fuerza psicológica a sus demonios.

Kureto ordena una misión suicida a Guren; libra una guerra contra los vampiros nobles en Nagoya con solo 100 hombres. Guren necesita toda la ayuda que pueda obtener y trae al escuadrón Shinoa a esta misión. Mientras tanto, las unidades principales de vampiros también se preparan para dirigirse a Nagoya.

Cuando el escuadrón Shinoa llega tarde, se dan cuenta de lo seria que es esta misión para Guren. Sabiendo que esta es una misión imposible en la que muchos morirán, Guren deja de lado sus emociones y ordena a sus hombres que no necesariamente sobrevivan, sino que ganen.

El escuadrón Shinoa y el escuadrón Narumi unen fuerzas para llevar a cabo su misión: matar al Decimoquinto Progenitor, Lucal Wesker. Si bien tienen éxito en su misión sin perder a nadie, otros no tuvieron tanta suerte. Nueve equipos fracasan y son tomados como rehenes...

El escuadrón Shinoa vuelve a aprender el hecho duro y frío de que es muy posible perder camaradas, pero no hay tiempo para llorar. Deben seguir adelante para ir a rescatar a los rehenes. Inmediatamente después de su partida, Mika y los otros vampiros también llegan a Nagoya.

Los escuadrones de Guren, Shinoa y Narumi llegan al ayuntamiento y ven a los rehenes. Sabiendo que es una trampa, aún así deciden ir a salvar a los rehenes, pero Guren y Shinya están muy por encima de sus cabezas con Crowley, mientras luchan por huir de él.

El escuadrón de Shinoa va a salvar a Guren, pero desafortunadamente se les acaba el tiempo. De mala gana, lo dejan atrás y se retiran, pero Yu simplemente no se atreve a hacer eso. En cambio, toma más píldoras estimulantes de la maldición para ir a salvar a Guren.

Gracias a su 'experimentación', Yu se recupera milagrosamente y, una vez más, regresa para salvar a Guren. Presionando demasiado, Yu casi se convierte en un demonio, pero Kimizuki lo detiene por la fuerza. El escuadrón saca a Yu y se dirige a un lugar seguro, pero luego se encuentra con Mika.

Yu y Mika finalmente se reúnen, pero las heridas que Mika había sufrido al luchar contra Demon Company amenazan su vida. Decidido a mantener viva a Mika, Yu intenta persuadirla para que beba su sangre... Incluso si eso significa que Mika se convertirá en un verdadero vampiro.

Después de escapar, los sobrevivientes restantes de la Compañía Moon Demon llegan al punto de encuentro. En lugar de continuar con el rescate, sus órdenes son simplemente "en espera". Enfurecidos, deciden ignorar las órdenes e ir a salvar a Guren, cuando aparece Kureto. Aparentemente, Kureto tiene otros planes.

Kureto juega su carta de triunfo: la hermana menor de Kimizuki, Mirai. Se revela que Mirai está dentro del contenedor y surgió como un ángel de la Quinta Trompeta. Después de la batalla, Mika escapa con Yu, Makoto y el resto del Escuadrón Shinoa. Shinoa declara que todos dejaron de ser miembros del Ejército Imperial Japonés Demonio.