Los valientes héroes atraviesan antiguas minas custodiadas por un dragón.

Al atacar a un duende en defensa propia, Parn provoca la venganza de estos contra su aldea y empeora la situación de su familia. Pero cuando unos valientes compañeros llegan para ayudarle, se presenta una tarea más importante y comienza un viaje.

Justo cuando Parn se encuentra con un elfo bondadoso en el bosque, un elfo oscuro lo ataca. Pronto, su grupo termina en una prisión donde un ladrón les informa sobre las fuerzas invasoras de la tierra de Marmo.

Ante el bloqueo de la capital de Alania, el grupo de Parn toma un peligroso atajo hacia Valis. Mientras tanto, la princesa de Valis emprende el largo viaje hacia Alania. Cuando sus caminos se cruzan, sale a la luz un rostro familiar del pasado de Ghim.

El rey mercenario de Flaim, Kashue, hace una entrada triunfal en la celebración del rescate de la princesa. Pero una prisionera liberada por Karla irrumpe en la fiesta, y Parn es enviado en un viaje para averiguar más sobre sus motivos.

Después de que las fuerzas de Beld causaran estragos en Valis, el grupo de Parn se divide: algunos ayudan a los heridos, mientras que otros informan al rey Fahn. El rey le cuenta a Parn la historia de un heroico caballero que salvó a una princesa a costa de caer en desgracia.

El ejército de Fahn avanza al recibir noticias de las tropas de Kashue de que sus tropas están siendo derrotadas. Caen en una trampa.

Una confusión de identidad provoca un enfrentamiento con un par de mercenarios. Mientras tanto, Ghim viaja para encontrar a Karla y liberar a Leylia de su control. Después de intentar convencer a Parn para que se una a su cruzada por la neutralidad, Ghim se enfrenta a ella directamente.

Lord Ashram es ahora el gobernante y Wagnard quiere un gran sacrificio para obtener el poder de Kardis. Parn se marcha para ayudar a Kashue.

El grupo de Parn entra por una puerta trasera en la montaña, donde se encuentran con Ashram, su compañero elfo oscuro, y el gran dragón que no tiene intención de dejar indemne a ningún intruso.

Con el Cetro de la Dominación en sus manos, Wagnard busca un elfo alto para sacrificarlo a Kardis, la diosa de la destrucción. Con toda la isla y la vida de Deedlit en peligro, todos los caminos conducen a Marmo.

Mientras Wagnard baja el altar de sacrificios a las profundidades del castillo, el gran dragón Narse despierta. Mientras tanto, Ashram es el primero en enfrentarse a Wagnard, mientras Parn se dirige a rescatar a Deedlit.

Parn y sus compañeros luchan contra las criaturas que han sido resucitadas por Narse.