Rintaro, que trabaja en la panadería de su madre, entabla amistad con una clienta, la colegiala Kaoruku, a quien le encantan los pasteles de allí.

La tensión entre las dos escuelas se intensifica durante una conmoción en las puertas de Chidori. Más tarde, Rintaro encuentra a un visitante sorpresa esperando en la pastelería.

Rintaro y Kaoruko continúan estrechando su vínculo a pesar de pertenecer a escuelas opuestas. Su relación secreta comienza a generar tensión entre sus compañeros. Mientras Rintaro reflexiona sobre lo que está sucediendo, Subaru, amiga de Kaoruko, le envía un mensaje para verse al día siguiente... algo que podría cambiarlo todo.

Rintaro comienza a estudiar con Kaoruko. Aunque se siente algo nervioso por pasar un día libre a solas con ella, ambos deciden dejar de hablarse con formalidad y, poco a poco, se acercan como verdaderos amigos. Después de terminar la sesión de estudio, Rintaro se separa de Kaoruko y, ya de regreso a casa, es repentinamente detenido por Subaru. Confundido, escucha cómo Subaru le lanza una inesperada petición: “Quiero que dejes de ver a Kaoruko”.

Rintaro es sorprendido por Shohei, Saku y Ayato con un cuaderno que contiene un mensaje de Kaoruko. Al ser interrogado, se niega a explicar y solo dice «no quiero hablar de eso», lo que enfurece a Saku y genera un ambiente tenso. Shohei y Ayato, deseando que los dos se reconcilien, le preguntan a Saku por qué está tan molesto—y la respuesta que reciben es totalmente inesperada.

Subaru se encuentra con Kaoruko en el parque de su infancia y le confiesa que pidió a Rintaro que dejara de verla. Tras disculparse, Kaoruko le propone revivir juntos sus recuerdos de cuando eran niños, lo que despierta emociones profundas en Subaru.

Shohei, Saku y Kento notan que algo le pasa a Rintaro y deciden seguirlo después de clase. Al descubrir que se ha citado con Kaoruko y Subaru, dos alumnos del instituto Kikyo, se sorprenden aún más. En una cafetería, sentados cerca sin ser vistos, escuchan por fin lo que Rintaro realmente siente.

Rintaro presenta a Kaoruko y Subaru a Shohei, Saku y Ayato. Aunque la situación es algo incómoda al principio, los seis jóvenes comienzan a forjar una nueva relación que trasciende las barreras entre sus respectivos institutos, Chidori y Kikyo. De camino a casa, Rintaro quiere agradecer a Kaoruko por la sesión de estudio para los exámenes de mitad de curso. Pero lo que ella le pide como muestra de gratitud es algo inesperado: salir juntos.

Rintaro empieza a tomar conciencia de sus sentimientos hacia Kaoruko, lo que le provoca una creciente frustración al verse arrastrado por sus propias emociones. Durante un día festivo, Shohei, Saku y Ayato deciden pasar la tarde en casa de Rintaro. Por casualidad, Kaoruko y Subaru, que habían salido a comprar una tarta, se cruzan con ellos y se suman al encuentro, dando lugar a una reunión inesperada que pone a prueba los vínculos entre todos.