Los aliados del maestro de la espada Ascheriit lo asesinaron y lo acusaron de traición. Han pasado 20 años y ha vuelto con otro nombre, Köinzell, y una gran sed de venganza. Köinzell llega al muro de las Mil Lanzas Pétreas, en la ciudad fronteriza Rielde-Velem, con la intención de infiltrarse en el corrupto monasterio subterráneo.

Durante una lucha sangrienta contra Rangzatz, Köinzell acaba en las profundidades del monasterio subterráneo. Sin embargo, ya había visitado esta fortaleza con Ergnach. Köinzell lucha contra un cuerpo de élite de guerreros y deshace el círculo mágico que su camarada dio su vida para conjurar.

Cuando Köinzell llega al campamento de los Siete Héroes, se ve forzado a enfrentarse al inmenso poder y gloria que han amasado sus excompañeros desde que lo asesinaron a sangre fría. Mientras está desalentado e inmóvil bajo la lluvia, un vengador enmascarado trata de asesinarlo.

El quiliarca Fargo invita a Wied y a Aht a la mansión del alcalde. Allí los ataca una horda de muertos vivientes, bandidos resucitados con las artes oscuras de Wischtech.Al tiempo, Fargo lanza un ataque brutal contra los refugiados, Peepi incluida. Bajo el cielo iluminado por la luna, Köinzell desata el poder de la espada negra.

Schtemwölech responde al asedio de Köinzell con una potente descarga de las Fauces del Dragón, artillería mágica de Wischtech. Köinzell esquiva el ataque y logra superar las defensas del castillo. Dentro, Geranpen se enfrenta a una decisión complicada: seguir siendo fiel a su señor o tratar de descubrir la verdad.

En lo más profundo del castillo, en el altar, Schtemwölech ha estado experimentando sin piedad con semihumanas. Al transfundir sangre feérica en la suya, el landgrave ha conseguido un físico de acero gracias a un ritual de Wischtech. Köinzell deberá enfrentarse a su antiguo amigo para terminar con su plan malvado.

Se rinde tributo al glorioso mandato de Schtemwölech con un tribunal de estado. Peepi y Altea se reúnen con Köinzell, que se ha refugiado en las montañas. Mientras observan cómo el cortejo fúnebre entierra en un lugar sagrado al landgrave, Köinzell jura vengarse de los seis héroes restantes.

En un arranque de paranoia, el conde Barestar, enloquecido, ordena a sus tropas buscar al asesino de héroes en la ciudad libre Jullas-Abllas, donde Köinzell se ha refugiado. Al mismo tiempo, siguiendo órdenes de Glenn, la compañía de Elsaria intenta dar caza al rebelde traidor.

En la Mansión de las Espadas, Glenn ordena a Ichfeis, un caballero esclavo que se prepara para recibir el título de Blatt Meister, cazar a Köinzell. Mientras, en la ciudad libre Jullas-Abllas, la lucha de Köinzell contra los caballeros sufre un giro demoledor. Deseando mostrar su valía, Aht carga sin cuidado y termina herida.

Al ver a Köinzell plantarle cara al ejército del conde, los ciudadanos de Jullas-Abllas deciden tomar las armas también. Su valentía convence a la caballera Elsaria de ayudar a defender la ciudad libre. Cuando las tornas empiezan a cambiar a favor de la ciudad, el potente disparo de un arma mágica surca el cielo.

Mientras el castillo flotante de Barestar y su artillería mágica destruyen todo a su paso, la gente ve que Köinzell intenta proteger la ciudad y lo reconocen como héroe. Mientras, los caballeros evitan que los hombres de Barestar se hagan con la nave insignia de la Flota del Dragón del marqués Glenn y se lanzan al contraataque.