Keisuke no ha logrado superar la muerte de su esposa, quien falleció diez años atrás, pero cuando un día aparece una niña de diez años diciendo ser su esposa, todo cambia.

Keisuke, Takae y Mai disfrutan de haberse reunido como familia, pero lo cierto es que Takae tiene una nueva familia y comienza a dudar de si hizo bien al relacionarse con sus antiguos seres queridos.

Con la familia reunida, Mai tiene fuerzas para intentar relacionarse de nuevo con la gente a través de su trabajo, pero una visita casual a los fuegos artificiales creará un malentendido entre ella y su padre.

Mai va a su segunda cita con Renji, quien le pide que le enseñe Tokio. Por su parte, la madre de Marika tiene un nuevo novio y quiere presentarle a su hija.

Takae está nerviosa ante la idea de contarle a Mai y Keisuke que su madre se casará de nuevo y se mudará, pero ambos piensan que no será un problema y podrán verse, así que Takae espera que la nueva situación haga feliz a su madre.

Ahora que la madre de Takae ha descubierto su relación con Keisuke y Mai, la situación se vuelve tensa. ¿Cómo podrán decirle la verdad de lo que sucede?

Renji, el novio de Mai, se presenta en su casa y Keisuke descubre por primera vez la relación de su hija, algo que le entristece al pensar que tarde o temprano se irá de su lado.

Marika parece haber perdido los recuerdos de Takae, pero no solo eso: no recuerda nada de lo ocurrido durante el último año. ¿Han vuelto a perder Keisuke y Mai a Takae? ¿Qué ocurrirá ahora con Marika?

Takae ha descubierto que no regresó a la vida en otro cuerpo, sino que le arrebató a Marika el suyo. El arrepentimiento le hace daño y comienza a plantearse desaparecer para siempre, pero ¿qué ocurrirá con su familia entonces?

Takae sigue pensando en cómo lograr abandonar el cuerpo de Marika mientras atesora sus últimos momentos con su familia. Por su parte, Keisuke intenta demostrar a Takae que puede seguir con su vida y que no necesita preocuparse por él.

Cuando Keisuke le dice a Mai que él y Moriya tienen intención de casarse, Mai se altera muchísimo. Según Keisuke, Takae simplemente poseyó el cuerpo de Marika y está dispuesta a devolvérselo a su legítima dueña. Mai busca consuelo en su madre, ya que todo esto le parece inaceptable.

Keisuke pide a Mai que lleve a Takae al parque de atracciones en el que hicieron uno de sus primeros recuerdos. El plan de Keisuke es que Takae le vea junto a Moriya y comprenda que puede irse en paz.