Los primeros clientes son la cantante y actriz Beatriz Luengo y su marido, Yotuel, que adquirieron una casa en Miami hace casi 10 años en la que no han hecho ningún tipo de obra. Aprovechando la ausencia de su mujer por motivos laborales, Yotuel decide hacer una reforma en la vivienda de ambos, a pesar de que la propia Beatriz le pide que no haga nada mientras ella no está en casa. Pero Yotuel, aconsejado por Julio, se arriesga a una discusión y sigue adelante con la reforma, aunque en más de una ocasión está a punto de echarse para atrás. La llegada de Beatriz antes de tiempo complica el proyecto.

Chábeli y Julio Iglesias Jr. reforman la nueva vivienda del cantante madrileño Omar Montes. La obra incluye la construcción de varias habitaciones, un vestidor muy especial y un proyecto de iluminación para la parcela y la piscina, que deben satisfacer a toda la familia. Omar Montes acaba de adquirir una vivienda en una exclusiva urbanización de Madrid. El proyecto debe estar terminado en solo unas semanas, e incluye la construcción de dos habitaciones para la familia, la iluminación de la parcela del chalet, de 3.500 m2, y la instalación de un enorme vestidor para las más de 1.000 zapatillas del cantante. La magnitud de la reforma y la exigencia de todos los miembros de la familia de Omar hacen que el resultado se complique. Pero los hermanos Iglesias, que visitan a toda la familia en el barrio madrileño de Pan Bendito, consiguen que, al menos sobre el papel, los abuelos y la madre de Omar acepten su propuesta.

En esta ocasión, Chábeli y Julio Iglesias Jr. renuevan por sorpresa el mobiliario del jardín de la casa de su madre, Isabel Preysler, en la exclusiva urbanización de Puerta de Hierro. Al llegar a casa de su madre, los hermanos comprueban el lamentable estado de los muebles que Isabel adquirió hace más de 30 años en Filipinas. A causa del efecto del sol y la lluvia, los muebles, de teca y bambú, están prácticamente podridos. Más tarde, aunque Isabel se niega a que sus hijos se encarguen de la restauración de los muebles, estos deciden hacerlo por su cuenta para sorprender a su madre. Una decisión que supone un gran riesgo por la exigencia de su madre en cuanto al resultado final.

En esta ocasión, Chábeli y Julio Iglesias Jr. tienen un encargo muy personal y emotivo: renovar el jardín y la piscina de la polifacética Ana Obregón y construir una casa de muñecas muy especial para su nieta Anita. Ana, que pasó varios años viviendo con los Iglesias cuando eran pequeños, quiere transformar el jardín de su casa para adaptarlo a su nieta Anita. Para hacerlo, confía en los hermanos Iglesias, que deben cerciorarse de que la zona es segura para la niña y que, además, tiene los elementos necesarios para que Anita pueda jugar, ahora que empieza a dar sus primeros pasos. El problema es conseguir que seguridad y diversión vayan unidos para asegurar que el resultado satisface a Ana Obregón.

En un nuevo capítulo de Los Iglesias, hermanos a la obra, el programa de reformas de los Iglesias, Chábeli y Julio Iglesias Jr. trabajan por primera vez el uno para el otro. En el caso de Chábeli, se encarga de reformar el garaje de la casa de su hermano, que tiene graves problemas de humedad y una clara falta de capacidad de almacenamiento. Para ello, la mayor de los Iglesias se pone al frente de la cuadrilla de su hermano. En cuanto a Julio, tiene que solucionar un problema de fontanería en la cocina de su hermana Chábeli. El hecho de trabajar en esta ocasión el uno para el otro, hace que surjan roces entre los hermanos, fruto de la exigencia de ambos. En medio de la tensión y de muchos problemas e imprevistos, los hermanos Iglesias reciben la visita del cantante Luis Fonsi, amigo de Julio y que también reside en Miami. El intérprete de 'Despacito' comparte unas horas con los hermanos Iglesias, involucrándose en la reforma.

Chábeli y Julio Iglesias Jr. se embarcan en una reforma en Miami, para la tenista española Arantxa Sánchez Vicario. La reforma, aparentemente sencilla, se complica al detectarse la presencia de sustancias tóxicas en la vivienda. Esto obliga a los hermanos Iglesias a retrasar todo hasta comprobar el verdadero alcance de la toxicidad, sobre todo al existir la posibilidad de la presencia de gas radón, muy habitual en muchos domicilios de Miami. A la espera de los resultados y ante la falta de tiempo, Chábeli y Julio deciden arriesgarse y comenzar la obra a pesar de la posibilidad real de tener que abandonar el proyecto, de confirmarse la presencia del temido gas. Para ello, contarán con la ayuda de sus colaboradores habituales, que deberán tener todo listo para que, en el caso de que la reforma pueda llevarse a cabo, puedan cumplir los plazos de entrega exigidos por Arantxa Sánchez Vicario.