¿Sabías que hay gente que le da al sexo mientras ve programas como ‘El Consultorio de Berto’? Que no seáis tú ni tu pareja unas de esas personas. Y si lo sois, Berto Romero trae un método eficaz para bajaros el calentón: incrustar conceptos antieróticos en las respuestas a las consultas ¡Chúpate esa! Bueno, mejor no. CALCETINES SUDADOS. Y es que ¿quién puede excitarse con consultas que hablan de las pelusillas que se nos acumulan en el ombligo o cómo llamaríamos a ese calor residual que dejamos en sillas y sillones cuando nos levantamos o con cualquier consulta que haya podido pensar cualquier inteligencia artificial? ESTROPAJO.

¿Quién mejor que Berto Romero para difundir la Escala de Bristol y crear una nueva clasificación llamada el Índice Romero? Por ese motivo, en este consultorio se requiere un descargo de responsabilidad: hay consultas escatológicas. Si avisamos es porque el ambiente está más cargado de lo habitual, pero no tengáis miedo, es un lugar seguro, a no ser que tengáis coprofobia, claro… en ese caso podéis saltaros esos siete minutos y veintiocho segundos. Hay tantas fobias como preguntas que resolver en ‘El Consultorio de Berto’: ¿Por qué la gente se saluda en el bosque y en la ciudad no? ¿Cómo aparecen tomates en los calcetines? ¿Qué es ser cuñado? Y más importante aún, ¿es de cuñado plantearse qué es ser cuñado? No entréis en pánico, Berto está aquí para responderlas todas. Si le necesitáis, silbad.

Ha llegado una consulta sobre el líquido o suero de los yogures y aprovechamos para decir que 'El Consultorio de Berto' es como ese caldito: aquí se encuentran la mayoría de los nutrientes y proteínas de la televisión. Pero Berto Romero también responde a consultas sobre trasquilones en la cabeza, estudia junto a Andrés Fajngold los pros y los contras de tener un perro o tener a un bebé, intenta responder a quien pregunta cómo sabemos que la luna se mantiene perfectamente quieta en el espacio o si es conveniente poner a dieta a los gatos. Lo que sí sabemos, es que este programa tiene los espectadores que merece.

Si algo se puede aprender con este episodio de 'El Consultorio de Berto' es que no hay que buscar otros usos a las uñas más que los que ya tienen, a pesar de que hay algunas que deberían considerarse arma blanca y son tan duras que podrían reciclarse como férula para el bruxismo. Pero desde luego no son un fruto seco ni tampoco un buen regalo para un amigo. Tampoco es necesario asociar palabras a significados diferentes; no hay que decir que superfluo es un súper héroe poco necesario, eso es muy de fiordos. Aunque también hay grupos de amigos con un líder caído llamado Patata, y lo vemos más normal que encontrarse a una vasca abstemia. Estamos completamente 'hipertérritos', a pesar de que esa palabra no exista.

Cuando hay un accidente y hay que socorrer al accidentado, de los que están allí ¿quién debe llamar a la ambulancia? Es una pregunta que no tiene fácil respuesta, pero esto es 'El Consultorio de Berto' y al frente está el que tiene respuestas para todo, el inigualable Berto Romero. Que cuando comes queso tus pezones se ponen erectos y no sabes por qué, Berto tiene la respuesta. Que te has vuelto más responsable y cuando sales de fiesta ya no es lo que era y no sabes por qué, Berto tiene la respuesta. Que te preocupa que los glaciares se derritan y no sabes por qué no se ha inventado nada aún para poder conservarlos, Berto tiene la respuesta. Y así, todo el rato y siempre. Otra cosa es que las respuestas de Berto Romero sean útiles, buenas y sensatas.